jueves, 30 de octubre de 2008

“Derechos de los … … ¿y los Deberes?”


TROZOS de mi memoria,
para gloria del Señor.

Miguel ó Esteban
Jueves 30 - Viernes 31 Octubre-2008.
{ desde Memorias – 2 - }
Cada vez me convenzo más que en c/u de nosotros hay un Miguel y un Esteban.

Que a pesar de la imagen que pudiera quedar a primera vista de lo relatado en ‘Trozos de mi memoria 2’ :
Miguel no es de por si ni malo, ni aplastador del Esteban, ni soberbio, ni engreído;
tampoco Esteban es por si mismo bueno, humilde y pobre víctima humillada del Miguel.

En lo que sí podríamos estar de acuerdo es en que, dadas las características de personalidad (riquezas y debilidades de cada uno) el Miguel está más expuesto y más propenso a caer en las redes de nuestra sociedad de consumo y mercado, que el Esteban que habita en cada uno de nosotros….
Incluso, esta afirmación me atrevería a hacerla con fuerza del peligro real y cotidiano que se da dentro de nuestra Iglesia, y de toda familia o sociedad, habitando dentro de nuestra cultura actual.

También, que hay más de algo de lo bueno y más positivo de lo propiamente masculino en la personalidad del Miguel, como también lo hay algo de lo hermoso y más positivo propio de la feminidad en la personalidad del Esteban.

(Valga si reconocer que en mi experiencia personal, esto más propio de la personalidad masculina la recibí por herencia materna, y la riqueza de la personalidad femenina por herencia paterna. Miguel fue el nombre heredado de mi abuelo materno, y Esteban el de mi abuelo paterno. Lo cual no pone en juego en nada la hipótesis anterior)

Me parece necesario en este momento, detenerse a tomar conciencia de lo que nos ha estado pasando en los últimos años como sociedad: lo que alguno ha dado en llamar “la virilización de la mujer”.
Es decir de cómo el proceso llamado de ‘liberación femenina’ ha llevado a nuestras mujeres, especialmente adolescentes y jóvenes, desde niñitas, a ‘ponerse pantalones’ recogiendo lo más negativo de la actual cultura machista, y menospreciando la hermosura y cordialidad de su feminidad, esa riqueza que nadie sino ellas podrán aportar a nuestro mundo hoy, y que cada vez (hombres y mujeres) lo sentimos más urgentemente necesario.

Y esta riqueza de lo femenino, - valga precisarlo con claridad - aportado desde su fuente transparente y no desde personalidades enfermas indefinidas, como lo estamos sufriendo cada día más.
[¿consecuencia también de la ‘virilización’?]

Desgraciadamente la mayoría de nosotros estamos aceptando irreflexivamente este proceso, y los que tomamos conciencia vislumbrando este camino de muerte, no nos atrevemos a plantearnos con valentía y audacia para no parecer machistas o antidiluvianos.

¿Tomaremos conciencia a tiempo de este camino equivocado que nos está dañando tan profundamente a todos, hombres y mujeres, proyectándonos ante un futuro tan oscuro y triste para nuestros menores?
El aporte insustituible del Esteban junto al del Miguel en cada uno de nosotros y en nuestras familias, iglesia y sociedad, ¿podremos seguirlo respetando, cuidando y recibiéndolo como un regalo valioso de nuestro Dios Creador que nos hizo a Su imagen y semejanza… “varón y mujer los creó”?
¿O sucumbiremos ante la locura de una sociedad dominada por el cerebro tratando de aplastar o endurecer el corazón?
¿Tendremos la sabiduría necesaria para dejarle el espacio imprescindible al Esteban en nuestras reflexiones, decisiones actividades de cada día, en los distintos niveles de nuestra vida personal y social?
¿Habrá espacio para las relaciones humanas dentro de la ‘empresa de nuestro mundo’ o sólo para computadoras fríamente calculadoras de números? ¿Para una pastoral 'orgánica' (con corazón) y no sólo para una pastoral 'de conjunto' coordinada friamente por una computadora?
¿Seremos capaces de despejar caminos bloqueados para que el Miguel y el Esteban puedan caminar integradamente construyendo caminos de historia según el proyecto del Creador?

NO podría cerrar estas líneas sin recoger otra reflexión íntimamente unida a todo lo anterior:
Por todas partes encontramos afiches, invitaciones a charlas y talleres, programas educacionales y catequéticos invitándonos a tomar conciencia de nuestros derechos humanos y específicamente de los derechos de la mujer, de los abuelos, de los jóvenes y de los niños… y a luchar por la defensa de ellos momento a momento.
Somos urgidos y entramos así en una LUCHA por DEFENDER NUESTROS DERECHOS PROPIOS, enfrentados a quienes conciente o inconcientemente pudieran atropellarnos.
Entramos en el CAMPO DE GUERRA ABIERTA, cada uno defendiendo SUS DERECHOS.

¿ Pero, QUIEN NOS INVITA A TOMAR CONCIENCIA POSITIVAMENTE DE NUESTROS DEBERES EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO DE HERMANOS,
Y NO A PREPARARNOS PARA ENTRAR EN UN CAMPO DE GUERRA ENTRE varones y mujeres, adultos y jóvenes, viejos y niños?

¿Quién nos abrirá los ojos para comprender que antes de defender mis derechos, los del Miguel o los del Esteban tenemos que acrecentar la conciencia de los DEBERES de ambos en la construcción de una personalidad y un mundo, con la riqueza regalada por Dios y cultivada por nosotros, y con la creatividad fiel propia del rol a cada uno asignado?

‘Por algo’, el Creador nos hizo a Su Imagen: ‘hombre y mujer los creó’, como lo afirma el Génesis.
Qué distinto es cuando en un ‘grupo humano’ [no máquina humana], unos y otros nos preocupamos primero de buscar la felicidad de los otros, que de asegurar la propia felicidad.
Qué futuro tan distinto espera a una pareja que se casa para que el otro le haga feliz, a la de quienes se casan para buscar primero hacer feliz a su pareja. En el primer caso ambos se quieren como se quiere (no se ama) un pastel para consumirlo. En el segundo, ambos se aman, con entrega hasta la muerte, haciendo presente entre ellos y entre nosotros a Dios Amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios unidos en el Amor. [ -> <- / <- -> ]

¿Seguiremos la tradición pagana de despedirnos con un “cuídate”?
¿o RECUPERAREMOS la tradición profundamente cristiana encomendada por Jesús a Pedro después que lo negó tres veces cuidando salvar su propia vida, … …
cuando en el reencuentro junto al lago ni siquiera le dice cuídate de volver a negarme; sino sólo y directamente: “CUIDA A TUS HERMANOS”?

¡CUIDA A TUS HERMANOS!
“Que el que cuida su vida, la pierde y
el que la entrega, ese la gana…”
Jesús.

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