PARROQUIA S.Fco. de ASSIS
AYAVIRI - PERÚ
" NOCHE DE NAVIDAD,
de 2.000 años atrás,
hay una CRUZ en el cerro,
que le hace sombra al portal..." [p. ESTEBAN sscc]
"NOCHE de NAVIDAD ... hoy en mi pueblo ...
Desde el cerro KOLKEPARQUE,
una CRUZ extiende su sombra familiar
golpeando cada puerta a lo largo de sus jirones,
alargándose por caminos y senderos,
por valles, cerros y quebradas,
para irrumpir en la puerta del corazón de cada familia,
en la ciudad iluminada y en nuestras comunidades runas.
NOCHE de NAVIDAD...
Es de NOCHE...
... en la NOCHE NACE la VIDA y la ESPERANZA.
Sólo en la noche puede brillar la LUZ.
Hay que gustar la amargura de la noche, para añorar el día.
Tenemos que sumergirnos en la profundidad de la noche oscura,
para abrirnos anhelantes al amanecer...
Es la historia de nuestro diario caminar.
Nuestra mirada se eleva y nuestro corazón es capaz de abrirse,
sólo cuando nos invade la noche de nuestras desesperanzas.
Entonces, nuestra CRUZ VERDE del KOLKEPARQUE
hace explotar en PRIMAVERA nuestros inviernos, y ...
su sombra se hace luminosa abriendo surcos profundos,
sembrando semillas de vida y esperanza
en la tierra seca y endurecida de nuestro corazón.
Entonces, tal vez sólo entonces,
su sombra ya no es sombra; sino es LUZ,
porque su sombra está traspasada por la LUZ de AQUEL que nació a su sombra.
Porque en Ella clavó para siempre Su VIDA
el RUNA de ayer, de hoy y de siempre.
NOCHE de NAVIDAD... es NAVIDAD...
... en la NOCHE, "HOY", RENACE la VIDA y la ESPERANZA,
para nuestros niños y ancianos, para nuestros jóvenes y mayores,
para nuestros campos y nuestro pueblo todo,
sus mujeres y runas, ...
a la sombra luminosa de las cruces del Kolkeparque...
y de cada uno de nuestros cerros.
Y la NOCHE ... ya NO es NOCHE;
porque en la noche irrumpió la LUZ,
adelantando el AMANECER de un NUEVO DIA.
Porque un NIÑO nos ha nacido,
bajo el signo de la CRUZ,
nuestras CRUCES no son sombras;
sino LUZ.
NOCHE DE NAVIDAD para mi Pueblo,
el de HOY, de MAÑANA y el de AYER,
HAY UNA CRUZ en el CERRO,
DESPERTANDO UN AMANECER...
MIGUEL ESTEBAN ss.cc.
NAVIDAD EN EL SUR ANDINO 1995.
sábado, 13 de febrero de 2010
EXPERIENCIAS de COMUNIDAD RELIGIOSA en MISIONES
Santa Cruz, Bolivia, 12-05-1995.-
[...del BAÚL de los RECUERDOS]
Querido Xtián, Ruth, Chelo, y hnos. COMUNIDAD LAICAL sscc:
Aprovecho esta computadora aquí en casa del Arzobispo Don Julio, y este espacio libre (14,30 hrs.), después de terminado el "Taller-Seminario de CEPLANE" con mi tocayo Padre Miguel Cabello, aquí en esta hermosa ciudad a sólo 480 mts sobre el mar, para enviarles con él este recuerdo cordial y fraterno.
Yo estoy bien de salud y de ánimo, a pesar de que las circunstancias históricas, que en una mirada de fe son los caminos del Señor, no me han permitido una vez más vivir una experiencia de comunidad religiosa como podríamos soñar. La enfermedad de la vista de Marcial, mi reemplazante en Ayaviri, y la consecuente soledad pastoral de Miguel Angel allí, acompañado sólo por Juan Flores, estudiante sscc, nos han obligado a decidir que el P. Hilario se quede arriba por el resto de este año, mientras quedamos abajo en S. Juan del Oro solamente Fco. D`Y. y yo. Francisco, viviendo sólo en un cuarto de las Oficinas Parroquiales, y yo cuidando el llamado "Chalet", la casa que mis antecesores adoptaron para vivir la Cdad. Religiosa.
Debo agradecer al Señor eso sí, que Fco. ha sido un muy buen hermano, preocupado por mí, compartiendo cada día el desayuno y la oración de la mañana conmigo, aunque no pueda yo pedirle habitualmente una comunicación más profunda, muy difícil para su historia personal de misionero solitario lanzado a los extremos del mundo por más de 35 años.
En cuanto a mi comunicación y relación comunitaria con nuestras hermanas sscc en Putina Punco, 2 hrs más adentro en camioneta o bicy (igual da de bajada, que de subida en bicy sube a 4 hrs), ha sido buena aunque escasa hasta el momento. La decisión tomada por insistencia de Juan Luis (provincial) de volver a contar yo con un carro (Toyota 4x4) propio para moverme adentro y afuera, sin duda permitirá que esté más cerca de ellas y que ellas me sientan más cerca y disponible para cualquier necesidad de ellas.
Es una opción que modifica la que yo había tomado de compartir más de cerca el estilo de vida y de moverse de la gente de allá. Veremos hasta cuándo la economía nos la permitirá. Estoy cierto que los caminos del Señor, se nos muestran a través de todos estos ingredientes.
En regresando mañana vía La Paz, primero en avión, y luego por tierra hacia S. Juan del Oro, donde espero llegar alrededor del martes o miércoles, deberé iniciar mi primera vuelta pastoral por el interior hasta una
Se imaginarán fácilmente cómo añoro la presencia en la comunidad y la compañía en las andanzas apostólicas de un hermano sscc. En un momento soñé con un "pato", pero los estudios no lo hicieron posible, ... y de repente con alguno de uds., mis hermanos laicos sscc que están esperando que yo les concretice el llamado del Señor para uds. ..., pero siento que aún las brevas deben madurar más, especialmente tratándose de chilenos aquí en Perú.
¿Cómo están Uds., hermanos? ¿Y sus servicios pastorales? ¿Los jóvenes? ... ... ...
¿Qué tal se sienten para dar próximos pasos? ¿Los espero por estos lados... ?
Ya pronto deberé hacerme presente en una reunión de evaluación y "continuidad del proceso" de planificación Pastoral de esta Arquidiócesis con dos de los Obispos de acá, antes de regresar mañana temprano. Así que hasta aquí les escribo por el momento.
Espero alguna carta, aunque me llegue para la próxima época de las lluvias (por allá por Noviembre).
Sigo rezando por cada uno de uds. cada noche. Para mí es lindo poder hacerlo.
Ultimamente, y de modo muy especial, he estado tratando de asegurar mi adoración y en ella encontrarme cada día con mis hermanos del Noviciado del`60': Sergio, Javier y especialmente ahora con Enrique, y con todos Uds. ¿Han oído hablar de esta práctica propia de nuestra familia ss.cc. ?
Convérsenlo con el P. Esteban, y le dan mis saludos y recuerdo siempre agradecido.
Saludos a sus familias.
También a los otros hermanos de nuestra Cdad. laical, especialmente a los recién casados.
Que Jesús y María los bendigan y apoyen en su caminar renovadamente fiel.
Su hermano en los sscc.
Miguel Esteban sscc.
viernes, 12 de febrero de 2010
INCULTURACIÓN y/o EVANGELIZACIÓN
¿ “ACOMODACIÓN” - “ADAPTACIÓN” ó “LIBERACIÓN” ?
"DESDE EL BAÚL DE LA VIDA"
Reconociendo que estoy muy lejos de tener los años de experiencia y/o la cultura académica de otros para entrar en este tema; sin embargo me atrevo, - luego de 6 años de experiencia en tierra extraña (*), sufriendo y gozando mi situación de extranjero en patria nueva - a compartir algunas interrogantes que la vida y servicios pastorales me han ido planteando.
Creo que es honrado de mi parte recordar que estos 6 años han sido interrumpidos por 6 años de re-envío a mi familia natal como misionero “desde” los misionados.
Esto es muy importante en primer lugar porque he podido re-ver mi patria regresando desde otra cultura plena de hermosuras como también oscurecida por nubes que impiden el sol del Evangelio Liberador.
También ha sido importante, porque he podido ver este re-envío en misión nuevamente desde mi patria, con mayor humildad, reconociendo que si bien el ‘llamado’ misionero ha recibido en su iglesia de orígen una experiencia a veces muy rica de Dios y de Comunidad tanto religiosa como eclesial; sin embargo debe asumir una actitud profundamente humilde, respetuosa y acogedora de la presencia del Dios de la Vida desde mucho antes de él, incluso de antes de la llegada de los primeros evangelizadores en tiempos de la conquista española.
En mi caso además, la dificultad sufrida para “inculturarme” en este pueblo y/o iglesia sur-andinos, durante mis dos primeros años, me ha hecho ser mucho más cuidadoso al respecto en este mi segundo envío, aúnque nunca he podido evitar replantearme el problema de tener tal vez que adaptarme o dejarme adoptar, por una iglesia sur-andina fundada por generosos misioneros venidos desde muy lejanas tierras, iglesia que me aparece, con rasgos muy marcados de un esfuerzo generoso, sincero y leal de inculturación del evangelio, aúnque no siempre con una dosis suficiente y lúcida de evangelización cuestionadora y liberadora de esta cultura, tanto en el ámbito personal y familiar, como desde éste, en el ámbito social-político-económico-ecológico y cultural.
No cabe duda de que en la base de este problema planteado (que se puede reconocer en múltiples ejemplos pequeños y grandes : Fiesta y culto de los difuntos, ... celebraciones de los santos patronos... padrinazgos.... ... ), está presente en todos los ‘misioneros gringos’ (expresión que incluye también a los venidos de otros países latinoamericanos, e incluso a veces hasta a los mismos peruanos venidos desde la costa), por una parte, el temor grande a invadir culturalmente, atropellando la experiencia del Dios reconocido en la naturaleza desde siglos y las “semillas del Verbo” ya presentes en la historia legendaria de un pueblo tímido con una autoestima muy baja; y/o por otra parte, el miedo a ser mal vistos y silenciosamente rechazados por este mismo pueblo. (Tampoco hay que desconocer el peligro de un cierto ‘folklorismo’, siempre amenazante).
Desde mi experiencia personal he podido constatar una tensión fuerte y permanente entre dos polos, que aúnque increible, muchas veces conviven: el uno marcado por un afán liberador con fuerte acentuación socio-política con ecos y materia prima ya preparada en algunas elites,(incluso en grupos de tipo violentista armado), pero sin verdadero arraigo en la masa popular; y y el otro polo, muy respetuoso adaptado a las tradiciones religiosas ancestrales, con un carácter fuertemente sedante, o de escape frente a problemas múltiples y diversos de su vida (salud, tierra, trabajo, educación, abusos, ... ...) sufridos con resignación.
Por otra parte me pregunto si este mismo ‘respeto, temor o a veces ingenuidad de afuerinos’, no nos lleva facilmente a reconocer muchos valores verdaderos y hermosos ya existentes en esta cultura para nosotros nueva; dejando de lado, cerrando los ojos o simplemente callando, los defectos que en todo lo humano existen irremediablemente.
¿No estaríamos cayendo así en una ‘inculturación del evangelio’ que descuida la ‘evangelización de esta cultura’, y con ella, el cuestionamiento, la denuncia y el llamado urgente a una conversión de valores, que Jesús planteó valientemente con su Palabra y su forma de vida a la propia cultura socio-política-religiosa de su tierra y de su tiempo?
¿No estaremos postergando una evangelización-inculturada-liberadora, que nos cuestiona y nos llama con urgencia a una conversión que comienza por casa, desde nuestra manera de vivir y servir pastoralmente, renunciando a todo tipo de poder social, económico o religioso, cuidando en nosotros mismos y rechazando en nuestros propios agentes pastorales y posibles vocaciones religiosas y/o sacerdotales, toda forma de espíritu arribista o individualista ?
Parece que tendríamos que seguir avanzando mucho todavía en un anuncio liberador del Evangelio de Jesucristo, que desde éste alienta y refuerza los enormes valores humano-cristianos ya antes sembrados en esta cultura por el Espíritu Señor; al mismo tiempo que deja al descubierto todos los antivalores sembrados por el espíritu del mal, y que esclavizan un pueblo entero, desde sus propias familias y desde las personas concretas, víctimas al mismo tiempo que generadoras, de una sociedad de opresión.
Un Evangelio que es Buena Nueva ayudándonos a descubrir la VIDA ya presente, al mismo tiempo que es un llamado exigente y urgente a la conversión radical, inseparablemente personal y social.
Un Evangelio que hace hoy-aquí presente, a través de comunidades cristianas auténticas y participativas, al JESUS de BELEN, NAZARET, GALILEA y JERUSALEM, al JESUS del Evangelio Liberador de ayer, hoy y siempre.
Plantear estas interrogantes tal vez sea producto de una aún deficiente entrada en el corazón de este pueblo y de esta iglesia sur-andinos; pero también puede prestar el servicio de ser una mirada aún no acostumbrada ni simplemente ‘adaptada’ a esta cultura tan llena de luces, y no excenta de sombras.
Sean ellas planteadas con sencillez y humildad entre hermanos llamados a compartir la misión de evangelizar este mundo y desde este mundo.
Sean igualmente acogidas con humildad y disponibilidad, para revisar y mejorar nuestra vida y servicio en este rincón de nuestra indo-américa.
Miguel Esteban M. sscc.
17-09-2001.
jueves, 4 de febrero de 2010
Hace ya 30 años
Queridos amiga y amigo,
hermano y hermana:
Hace ya 30 años que el Señor quiso que nos encontráramos en el camino.
30 años de historia compartida con nacimientos de los hijos, días de sol y días de tinieblas, momentos de dolor y de mucha alegría.
Aunque no es el lugar más poético, sin embargo basta entrar en el baño de su casa levantada durante esto 30 años con el cariño de ustedes mismos y con el de quienes han ido incorporándose a su vida, en ‘mingas’ plenas de esfuerzo y de alegría, para comprobar en la construcción y sus terminaciones, así como en las flores y sus adornos, no sólo la mano sino también el corazón de cada uno de ustedes, varón y mujer, hecho amor concreto a través de pequeños y grandes signos.
Muchas veces hemos comentado que no basta que el esposo-papá le diga al regresar a casa a su esposa-mamá: “Te quiero mucho”. Y que la respuesta de ella es muy auténtica: “No me quieras tanto. Ayúdame a lavar la loza y cambiarle los pañales a la guagua”.
Pero también hemos reconocido que NO bastan los signos de amor: que hay además dos cosas necesarias 1º: expresarlos con palabras que ayuden a interpretarlos en toda su profundidad y riqueza, y 2º: entregarlos con amor no sólo mantenido sino engrandecido día a día, y no sólo gestos hechos por cumplir con un deber comprometido años atrás.
Ni sólo gestos concretos de un amor vivo y renovado; ni sólo palabras poéticas por muy hermosas que sean, que igualmente cuando no tienen raíces en tierra concreta, se las lleva cualquier viento.
Y con ustedes quisiera poder celebrar esta vida que ustedes me han invitado gratuitamente a compartir.
Pero, para eso es necesario primero que ustedes no desconozcan ni olviden todo lo hermoso que han vivido durante estos 30 años.
Que los problemas, errores, fallas y hasta las mismas pequeñas o grandes infidelidades sean una ayuda para crecer aprendiendo de ellas con humildad e inteligencia.
Sin olvidar que es imprescindible contar con el perdón de la pareja e hijos para poder retomar así el ánimo y las fuerzas necesarias para levantarse y seguir caminando, subiendo la cuesta, cargando con las cruces personal, de mi pareja y familia...hasta la cumbre del monte donde nos espera la resurrección.
Sin olvidar que mi pareja necesita de mi grandeza de alma y corazón para ofrecerle como Cristo en la Cruz, mi perdón ( y en lo posible ‘el olvido’, dejando todas las sombras detrás de las luces) antes que mi pareja tenga que pedírmelo. Será mi muestra clara, de que a pesar de todo, mi amor sigue vigente y creciendo desde la vida con sus luces y sombras, y que mantengo no sólo la esperanza que el suyo también madure, sino que estoy dispuesto/a a colaborar de todo corazón para que así sea.
Es el compromiso que tomaron ustedes al casarse por la Iglesia ante Dios y la Comunidad Cristiana: ser testigos del AMOR, y ayudarse en ello para serlo como comunidad familiar, adelanto del Reino, ante el mundo entero comenzando por sus propios hijos y familiares y amigos cercanos.
Compromiso que también fue asumido hacia ustedes ese día, por el Señor y por toda la Comunidad que les acompañó y toda la Iglesia representada por sus padrinos.
¿Cuál es el secreto que hizo posible que ustedes, tal vez demasiado jóvenes aún, iniciaran esta aventura?
¿Qué es lo que les ha permitido recomenzar cada día, y especialmente luego de esos días oscuros propios de toda relación interpersonal?
¿Cuál es el secreto que nos permite también a nosotros hoy día mantener viva la esperanza y acompañarles con seguridad en esta aventura hasta que la muerte les separe? ( si es que la muerte puede separar lo que el amor ha unido…)
No hay otra respuesta posible. Tampoco la hay humanamente hablando. (es cosa de abrir los ojos a la realidad que vivimos de tantas parejas y sacerdotes o religiosos/as, que hoy ni son capaces de asumir un compromiso, ni de perdurar en él).
La respuesta es una sola: EL AMOR VERDADERO.
Ese que no nace de voluntad del hombre sino que es un regalo de Dios. El AMOR que no tiene envidia, ni busca su propio interés, el que todo lo perdona y todo lo espera…el AMOR que es capaz de vivir la experiencia de la ab-negación, es decir de negarse a sí mismo, para pensar primero en el ser amado.
El AMOR que ha podido vivir y permanecer viviendo en la fe en la Palabra de Dios, hecha testimonio en Jesús y su Cruz de muerte y resurrección: “el que busca su propia felicidad, ese la pierde. El que entrega su vida hasta el fin buscando la felicidad del otro ese la encuentra”
El AMOR que no se preocupa primero de buscar ‘vivir en paz’; sino de caminar pacientemente, es decir ‘avanzar sin perder la paz’. El que se juega como Cristo, verdadero Dios y Hombre, hasta la última gota de su sangre en la cruz pensando y orando y perdonando a sus amigos y a sus enemigos, sus hermanos todos.
Ese AMOR que a pesar de sentirse abandonado por todos, incluso por su propio Padre de los Cielos: ‘Padre, por qué me has abandonado’; ese que ya no tiene fuerzas para seguir en este camino de entrega: ‘Si es posible que pase de mí este cáliz de amargura’; sin embargo mantiene viva y encarnada en la vida de cada momento su fe en el Padre: ‘Padre, en tus manos pongo mi vida’.
Ese AMOR que va inseparable en su base de la FE y en su proyección de la ESPERANZA.
Ese AMOR que busca la realización humana plena, que no es posible para quienes hemos sido creados por Dios, sin una FE, un AMOR y una ESPERANZA, hecha vida en la vida, y no después de haber conseguido la realización humana personal como muchos piensan; sino, desde dentro con ella misma.
Una FE que no la celebramos en la capilla y luego la dejamos guardada en ella o junto a nuestros santitos en casa. Una FE que transforma nuestra VIDA concreta con sus dolores, enfermedades y muerte.
Una FE que inserta en nuestra vida, nos ayuda a crecer como personas integrales ya aquí y ahora, disponiéndonos así para vivir plenamente humanizados-divinizados junto al “Cristo de la gente, de mi pueblo y ciudad: el Cristo de verdad”, humano-divino, en la VIDA ETERNA.
GRACIAS al SEÑOR del AMOR, que nos regala la FE y la ESPERANZA.
GRACIAS a ustedes dos que me incorporaron en su VIDA.
GRACIAS a sus hijos, que me recibieron en sus vidas como tío o abuelo.
GRACIAS a todas las FAMILIAS que han hecho otro tanto conmigo.
GRACIAS A LA VIDA que les ha dado tanto.
GRACIAS por haber sido ustedes testigos del AMOR de Dios en sus vidas.
GRACIAS por tantas veces que ustedes han compartido ese AMOR con otras parejas que lo necesitaban, como también ustedes lo han necesitado de otros que han estado cerca.
GRACIAS, simplemente GRACIAS, por tener OJOS para reconocerte DIOS de AMOR en las pequeñas flores de mi jardín, en los amaneceres de luz y en las puestas de sol en el horizonte del Pacífico. También en el abrazo de los pobres y enfermos.
GRACIAS por los OÍDOS para escuchar Su voz de reprensión cariñosa o de aliento paterno-materno en la voz de quienes Él ha colocado en nuestro camino.
GRACIAS por este CORAZÓN que nos regala con la capacidad de AMAR como el Suyo.
GRACIAS por mi pareja que ha sabido ser paciente y comprensiva conmigo. Que me ha ayudado con mucha verdad pero con más cariño, a tomar conciencia de mis debilidades propias, animándome a levantarme siempre sin cansarse ella, ni aceptar mi desánimo.
GRACIAS SEÑOR por estos 30 años de CAMINO nada fácil en el AMOR.
GRACIAS porque, aunque sea triste en algunos casos reconocerlo, podemos al menos celebrar las cenizas vivas que siempre quedan en donde ha habido un verdadero AMOR.
Concédenos como en las Bodas de Cana, poder saborear ahora el mejor VINO, añejado en las vasijas del dolor y de la esperanza, envasado en nuestras comunidades eclesiales.
Te lo pedimos Padre, y seguros de Tu AMOR PRIMERO nunca cansado, lo esperamos con alegría como al Sol, por detrás de toda tempestad.
MIGUEL ESTEBAN sscc.
Viña, Febrero del 2010
http://www.miguelemacaya.blogspot.com
hermano y hermana:
Hace ya 30 años que el Señor quiso que nos encontráramos en el camino.
30 años de historia compartida con nacimientos de los hijos, días de sol y días de tinieblas, momentos de dolor y de mucha alegría.
Aunque no es el lugar más poético, sin embargo basta entrar en el baño de su casa levantada durante esto 30 años con el cariño de ustedes mismos y con el de quienes han ido incorporándose a su vida, en ‘mingas’ plenas de esfuerzo y de alegría, para comprobar en la construcción y sus terminaciones, así como en las flores y sus adornos, no sólo la mano sino también el corazón de cada uno de ustedes, varón y mujer, hecho amor concreto a través de pequeños y grandes signos.
Muchas veces hemos comentado que no basta que el esposo-papá le diga al regresar a casa a su esposa-mamá: “Te quiero mucho”. Y que la respuesta de ella es muy auténtica: “No me quieras tanto. Ayúdame a lavar la loza y cambiarle los pañales a la guagua”.
Pero también hemos reconocido que NO bastan los signos de amor: que hay además dos cosas necesarias 1º: expresarlos con palabras que ayuden a interpretarlos en toda su profundidad y riqueza, y 2º: entregarlos con amor no sólo mantenido sino engrandecido día a día, y no sólo gestos hechos por cumplir con un deber comprometido años atrás.
Ni sólo gestos concretos de un amor vivo y renovado; ni sólo palabras poéticas por muy hermosas que sean, que igualmente cuando no tienen raíces en tierra concreta, se las lleva cualquier viento.
Y con ustedes quisiera poder celebrar esta vida que ustedes me han invitado gratuitamente a compartir.
Pero, para eso es necesario primero que ustedes no desconozcan ni olviden todo lo hermoso que han vivido durante estos 30 años.
Que los problemas, errores, fallas y hasta las mismas pequeñas o grandes infidelidades sean una ayuda para crecer aprendiendo de ellas con humildad e inteligencia.
Sin olvidar que es imprescindible contar con el perdón de la pareja e hijos para poder retomar así el ánimo y las fuerzas necesarias para levantarse y seguir caminando, subiendo la cuesta, cargando con las cruces personal, de mi pareja y familia...hasta la cumbre del monte donde nos espera la resurrección.
Sin olvidar que mi pareja necesita de mi grandeza de alma y corazón para ofrecerle como Cristo en la Cruz, mi perdón ( y en lo posible ‘el olvido’, dejando todas las sombras detrás de las luces) antes que mi pareja tenga que pedírmelo. Será mi muestra clara, de que a pesar de todo, mi amor sigue vigente y creciendo desde la vida con sus luces y sombras, y que mantengo no sólo la esperanza que el suyo también madure, sino que estoy dispuesto/a a colaborar de todo corazón para que así sea.
Es el compromiso que tomaron ustedes al casarse por la Iglesia ante Dios y la Comunidad Cristiana: ser testigos del AMOR, y ayudarse en ello para serlo como comunidad familiar, adelanto del Reino, ante el mundo entero comenzando por sus propios hijos y familiares y amigos cercanos.
Compromiso que también fue asumido hacia ustedes ese día, por el Señor y por toda la Comunidad que les acompañó y toda la Iglesia representada por sus padrinos.
¿Cuál es el secreto que hizo posible que ustedes, tal vez demasiado jóvenes aún, iniciaran esta aventura?
¿Qué es lo que les ha permitido recomenzar cada día, y especialmente luego de esos días oscuros propios de toda relación interpersonal?
¿Cuál es el secreto que nos permite también a nosotros hoy día mantener viva la esperanza y acompañarles con seguridad en esta aventura hasta que la muerte les separe? ( si es que la muerte puede separar lo que el amor ha unido…)
No hay otra respuesta posible. Tampoco la hay humanamente hablando. (es cosa de abrir los ojos a la realidad que vivimos de tantas parejas y sacerdotes o religiosos/as, que hoy ni son capaces de asumir un compromiso, ni de perdurar en él).
La respuesta es una sola: EL AMOR VERDADERO.
Ese que no nace de voluntad del hombre sino que es un regalo de Dios. El AMOR que no tiene envidia, ni busca su propio interés, el que todo lo perdona y todo lo espera…el AMOR que es capaz de vivir la experiencia de la ab-negación, es decir de negarse a sí mismo, para pensar primero en el ser amado.
El AMOR que ha podido vivir y permanecer viviendo en la fe en la Palabra de Dios, hecha testimonio en Jesús y su Cruz de muerte y resurrección: “el que busca su propia felicidad, ese la pierde. El que entrega su vida hasta el fin buscando la felicidad del otro ese la encuentra”
El AMOR que no se preocupa primero de buscar ‘vivir en paz’; sino de caminar pacientemente, es decir ‘avanzar sin perder la paz’. El que se juega como Cristo, verdadero Dios y Hombre, hasta la última gota de su sangre en la cruz pensando y orando y perdonando a sus amigos y a sus enemigos, sus hermanos todos.
Ese AMOR que a pesar de sentirse abandonado por todos, incluso por su propio Padre de los Cielos: ‘Padre, por qué me has abandonado’; ese que ya no tiene fuerzas para seguir en este camino de entrega: ‘Si es posible que pase de mí este cáliz de amargura’; sin embargo mantiene viva y encarnada en la vida de cada momento su fe en el Padre: ‘Padre, en tus manos pongo mi vida’.
Ese AMOR que va inseparable en su base de la FE y en su proyección de la ESPERANZA.
Ese AMOR que busca la realización humana plena, que no es posible para quienes hemos sido creados por Dios, sin una FE, un AMOR y una ESPERANZA, hecha vida en la vida, y no después de haber conseguido la realización humana personal como muchos piensan; sino, desde dentro con ella misma.
Una FE que no la celebramos en la capilla y luego la dejamos guardada en ella o junto a nuestros santitos en casa. Una FE que transforma nuestra VIDA concreta con sus dolores, enfermedades y muerte.
Una FE que inserta en nuestra vida, nos ayuda a crecer como personas integrales ya aquí y ahora, disponiéndonos así para vivir plenamente humanizados-divinizados junto al “Cristo de la gente, de mi pueblo y ciudad: el Cristo de verdad”, humano-divino, en la VIDA ETERNA.
GRACIAS al SEÑOR del AMOR, que nos regala la FE y la ESPERANZA.
GRACIAS a ustedes dos que me incorporaron en su VIDA.
GRACIAS a sus hijos, que me recibieron en sus vidas como tío o abuelo.
GRACIAS a todas las FAMILIAS que han hecho otro tanto conmigo.
GRACIAS A LA VIDA que les ha dado tanto.
GRACIAS por haber sido ustedes testigos del AMOR de Dios en sus vidas.
GRACIAS por tantas veces que ustedes han compartido ese AMOR con otras parejas que lo necesitaban, como también ustedes lo han necesitado de otros que han estado cerca.
GRACIAS, simplemente GRACIAS, por tener OJOS para reconocerte DIOS de AMOR en las pequeñas flores de mi jardín, en los amaneceres de luz y en las puestas de sol en el horizonte del Pacífico. También en el abrazo de los pobres y enfermos.
GRACIAS por los OÍDOS para escuchar Su voz de reprensión cariñosa o de aliento paterno-materno en la voz de quienes Él ha colocado en nuestro camino.
GRACIAS por este CORAZÓN que nos regala con la capacidad de AMAR como el Suyo.
GRACIAS por mi pareja que ha sabido ser paciente y comprensiva conmigo. Que me ha ayudado con mucha verdad pero con más cariño, a tomar conciencia de mis debilidades propias, animándome a levantarme siempre sin cansarse ella, ni aceptar mi desánimo.
GRACIAS SEÑOR por estos 30 años de CAMINO nada fácil en el AMOR.
GRACIAS porque, aunque sea triste en algunos casos reconocerlo, podemos al menos celebrar las cenizas vivas que siempre quedan en donde ha habido un verdadero AMOR.
Concédenos como en las Bodas de Cana, poder saborear ahora el mejor VINO, añejado en las vasijas del dolor y de la esperanza, envasado en nuestras comunidades eclesiales.
Te lo pedimos Padre, y seguros de Tu AMOR PRIMERO nunca cansado, lo esperamos con alegría como al Sol, por detrás de toda tempestad.
MIGUEL ESTEBAN sscc.
Viña, Febrero del 2010
http://www.miguelemacaya.blogspot.com
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