25- Enero-2010 : “ LEVÁNTATE… ciego…

25- Enero-2010 : “ LEVÁNTATE… ciego…
Yo soy aquel a quien tú … PERSIGUES. ”


Precisamente en el día de la FIESTA de la CONVERSIÓN de PABLO, cuando tenía todo dispuesto para participar en nuestra Jornada Provincial anual SSCC en Punta de Tralca, sentí los efectos de mi última quimioterapia, más fuerte que las anteriores, y tomé conciencia de que sería una irresponsabilidad de mi parte mantener lo presupuestado.

Caído en mi camino proyectado, opté por dirigirme a la Casa Central SSCC en calle Condell, en donde me esperaban con una de las piezas para los enfermos y ancianos, junto a mis hermanos mayores, atendidos por enfermeras con mucho cariño.
Era la pieza en donde Ronaldo hace apenas un mes vivió su Pascua al encuentro del Señor de su vida, luego de una larga agonía. ¿Sería ahora mi turno? Sin poder saberlo, pero sí aceptando la posibilidad de entrar en ella sin regreso a mi comunidad de Cochamó asignada para este 2010, y al servicio pastoral en la Parroquia San Pedro y San Pablo, asumí este nuevo camino que de verdad no había percibido como algo posible tan cercano. Sólo Dios sabe, cuales serán mis pasos este año 2010.
Yo sólo sé que en sus manos estará mi camino, y que aceptando esta nueva ruta, podré vivir lo mejor para mí, y para quienes más amo y quisiera servir hasta el final.

Algo sí, me queda ahora más claro: que como el Novio espera pacientemente en el ingreso de la Iglesia a su novia que tarda en llegar arreglando los últimos detalles de su vestido para su encuentro definitivo con su enamorado, así el Señor me espera con paciencia mientras yo preparo esos últimos detalles, que podrían ser los más importantes de toda mi vida.

Y creo haber aprendido del Tata Esteban sscc, en que ‘esos detalles’ consisten en:
a) el cuidado de mi oración como respuesta a la Palabra de Dios;
b) los encuentros con mis distintos niveles de comunidades en que participo (religiosa, pastoral, familiar directa y amplia…); y
c) el encuentro sirviendo a y aprendiendo de mis hermanos más pobres y marginados de la vida.

Y por aquí me queda mucho camino que recorrer, y a mi Novio, mucho tiempo que esperar pacientemente… acompañándome y ayudándome desde la distancia cercana. El tiempo dependerá sin duda de la calidad de mi respuesta a estos desafíos.

DESAFÍO-ESPERANZA, al mismo tiempo.
“Levántate… Yo soy Aquel a quien tú… BUSCAS”

DESAFÍO a salir de mi rutina para recorrer caminos nuevos, a salir de mi estrecho y pequeño mundo, para abrirme a un mundo más amplio según la medida del Corazón del Señor, preparándome así para poder compartir con Él su Vida plena…

ESPERANZA en que, como el mismo Jesús lo prometió a NICODEMO a pesar de sus años y debilidades, y lo realizó más tarde en SAULO a pesar de su apego a las leyes y tradiciones aprendidas desde pequeño, también pueda realizarlo en mí, a pesar de mis años, tozudeces, debilidades y enfermedad.

Emprendiendo ya de viejo, una manera radicalmente distinta de la vivida y servida a lo largo de mis ya casi 50 años de religioso y 42 de sacerdote: ya no por la acción generosa y abnegada. ‘ergomaníaca’ como la han llamado muchos, sino del silencio de mi escucha, de la pobreza de mis pocas palabras, de la actual lentitud de mis pasos, de mi necesarias detenciones para tomar aire al subir las escaleras del metro… y tal vez muy pronto desde el sólo recibir mensajes vía mail o skype, o visitas (no siempre oportunas) en mi cama o en el sillón de los abuelos junto a ella.

DESAFÍO con ESPERANZA sólo apoyada en la grandeza del Amor del Novio, que no se queda esperándome en la puerta de la Iglesia; sino que viene a mi encuentro para ayudarme a avanzar, más pronto que tarde, al encuentro pleno con Él, habiendo completado la misión previa a la Celebración de mi Pascua junto a Él, y junto a tantos que me precedieron, y que antes que yo escucharon de sus labios y corazón: “Ven siervo bueno y fiel. Porque fuiste fiel en lo pequeño, entra ahora en el gozo de tu Señor”.

FIESTA de la CONVERSIÓN de SAULO.
Invitación a ser de ahora en adelante, por caminos insospechados,
un PABLO más, aunque muy distante,
pero siguiendo aunque de lejos sus huellas.